Blockchain, satélites e IA: el origen de la carne en el radar

Las herramientas digitales amplían la transparencia de la cadena ganadera, garantizan la conformidad socioambiental y refuerzan la confianza del consumidor.

Por Christiane Alves el 17 de octubre, 2025

Actualizado: 17/10/2025 - 13:57

Imagen ilustrando la trazabilidad de la carne bovina utilizando blockchain, satélites e inteligencia artificial, con ganado y un mapa interactivo en el campo.
Imagen generada digitalmente

La trazabilidad de la carne ha dejado de ser solo un diferencial para convertirse en una exigencia en mercados internacionales cada vez más atentos a la procedencia de los alimentos. Para satisfacer estas demandas, la ganadería recurre a un conjunto de tecnologías: crotales electrónicos que funcionan como identidad digital de los animales, sistemas de georreferenciación aliados a satélites, inteligencia artificial aplicada a la identificación de patrones e incluso blockchain para garantizar registros inmutables. Al hacer visible el origen y el historial de cada animal, estas soluciones ayudan a reducir los riesgos de compra de ganado de áreas de deforestación, fortalecer el cumplimiento de criterios socioambientales y acercar el sector a las metas globales de sostenibilidad.

En los últimos cinco años, la adopción de tecnologías en el campo ha crecido de manera expresiva. Según el Índice Agrotech GS1 Brasil 2025, la ganadería registró un avance del 29% en automatización. El estudio consideró diferentes etapas del ciclo, incluyendo la preparación y manejo del suelo, además de la cría y alimentación de los rebaños.

Iniciativas que marcan el camino

Empresas de tecnología como GPX han avanzado con soluciones basadas en blockchain en la ganadería bovina. Estos sistemas registran datos de manejo, alimentación y prácticas ambientales, con mayor transparencia y confiabilidad en el rastreo, según explica el portal Agrozil.

En el segmento del cuero, ya existen aplicaciones concretas de blockchain: un sistema adoptado por una cadena productiva logró rastrear 200 mil animales, combinando identificación individual, monitoreo geográfico y verificaciones socioambientales, según un reportaje del Portal Agro Summit.

Otras iniciativas, lideradas por exportadores sudamericanos, demuestran que la trazabilidad va más allá de la innovación puntual. En 2023, Minerva Foods realizó el primer embarque de cuero certificado como totalmente rastreable por una auditoría independiente (SBCert), según la ONG Mighty Earth. Este hito demostró cómo las soluciones de trazabilidad comienzan a extenderse también a los subproductos de la ganadería.

Lo que ya funciona en el campo

Identificación individual

El punto de partida es garantizar que cada animal tenga una “identidad única”. Esto se logra con crotales electrónicos, chips con identificación por radiofrecuencia (RFID) o códigos visuales, asociados a registros digitales mantenidos en una base de datos. El uso de estos dispositivos permite vincular al animal con información como fecha de nacimiento, vacunación, movimientos entre propiedades e historial productivo.

Georreferenciación y monitoreo vía satélite

Monitoramento satelital de uma fazenda com gado bovino, destacando a rastreabilidade da carne bovina através de georreferenciamento e tecnologia de satélite.

Foto: scharfsinn86/ Adobe Stock/ Modificada com IA

Después de identificar a los animales, el siguiente desafío es verificar si provienen de áreas ambientalmente regulares. Para ello, herramientas de Sistema de Información Geográfica (SIG) combinan datos de bases territoriales e imágenes recientes de satélite para comprobar, a través de esta integración, si ha habido superposiciones con áreas embargadas, deforestación o supresión vegetal reciente, además de cambios en el uso del suelo. Estos cruces de datos ayudan a “mapear el riesgo territorial” y no solo el origen individual del animal, lo que constituye una forma de extender la trazabilidad al contexto ambiental.

La Embrapa desarrolló una nueva metodología, divulgada en julio de este año, que permite monitorear pastizales mediante imágenes de satélite y datos climáticos con una precisión de hasta el 86%, sin necesidad de visitas permanentes al campo.

Blockchain para integridad y transparencia

Jovem usando tecnologia blockchain para garantir transparência e integridade na gestão de fazenda ao lado de gados da raça Nelore ao ar livre

Imagen generada digitalmente

La herramienta se considera un elemento de confianza, ya que los registros distribuidos hacen que sea mucho más difícil alterar o fraudar datos sin ser detectado. En el sector bovino, su uso permite incorporar información desde el terreno donde se crió el animal hasta registros ambientales, movimientos, incidencias sanitarias, entre otros, según explica el Observatorio Nacional de Blockchain. Las empresas pueden utilizar blockchain para rastrear la producción de carne y cuero, con protocolos que garantizan que cada propiedad y cada etapa de la cadena se registren de forma auditable.

Interfaces con el consumidor

Mulher jovem fazendo compra em supermercado e usando smartphone ao lado de geladeiras de produtos embalados, interfaces com o consumidor.

Foto: Tijana Simic/ Shutterstock

Una de las etapas finales de la trazabilidad es hacer que parte de estos datos sean accesibles al consumidor, normalmente a través de códigos QR o aplicaciones. Este tipo de interfaz permite al comprador verificar la trayectoria del alimento en busca de productos certificados. Esta “visibilidad” puede generar una ventaja competitiva, ya que los consumidores tienden a valorar la procedencia, la seguridad sanitaria, el bienestar, la calidad del producto y la claridad del origen.

Tecnologías aplicadas: resultados visibles y desafíos

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Foto: Minerva Foods

La aplicación de estas herramientas genera impactos directos en la forma en que el sector atiende las exigencias del mercado, lidia con riesgos sanitarios y construye valor ante el consumidor. La trazabilidad de la carne ya no es solo un diferencial competitivo, sino que se ha convertido en un requisito para acceder a mercados internacionales. La Unión Europea, por ejemplo, ha establecido reglas más estrictas para comprobar que los proveedores no están vinculados a áreas de deforestación, lo que presiona a Brasil a avanzar en sistemas digitales de identificación individual. El Plan Nacional de Identificación Individual de Bovinos y Búfalos (PNIB) prevé el inicio de la identificación individual entre 2027 y 2029, con la previsión de alcanzar a todo el rebaño hasta 2032. En algunos estados ya existen iniciativas locales: Tocantins, por ejemplo, implementó en 2025 su sistema estatal de identificación individual y trazabilidad, integrándose al plan nacional.

Además de atender exigencias externas, el uso de la tecnología en la trazabilidad ayuda a reducir riesgos internos. En situaciones de contaminación, por ejemplo, la identificación individual permite localizar rápidamente los lotes afectados y agilizar la retirada del mercado. También agrega valor al producto final: carnes y subproductos rastreados ganan atractivo premium, amplían la confianza del consumidor, mantienen la competitividad en el comercio global y mejoran la percepción de sostenibilidad de la ganadería nacional, según especialistas consultados por Forbes Brasil.

El avance, sin embargo, aún enfrenta barreras. El costo de los dispositivos y sistemas pesa para los pequeños y medianos productores, mientras que la conectividad en áreas rurales sigue siendo limitada. También existe resistencia cultural a la digitalización, además de la dificultad para integrar diferentes plataformas. Finalmente, el eslabón de los proveedores indirectos sigue siendo el punto más crítico, con la dificultad para garantizar que todos los eslabones de la cadena adopten estándares uniformes de trazabilidad, según mostró un estudio de WWF Brasil.

Qué esperar en los próximos años

Se espera que la tecnología de trazabilidad se vuelva más integrada y sofisticada. Los modelos de blockchain interoperable permitirán que diferentes cadenas regionales y sectoriales “conversen” entre sí de forma segura.

La visión computacional y la biometría por inteligencia artificial deben avanzar en la identificación de animales por imágenes del pelaje, el cuerpo o el hocico, reduciendo la dependencia de dispositivos físicos, según mostró un reportaje de Agro Estadão.

Los sensores de IoT también deberían ganar espacio, a través de collares con GPS y equipos ambientales para monitorear en tiempo real la salud y el movimiento de los rebaños.

Otro punto central será la integración entre sistemas públicos y privados, garantizando que los datos de gobiernos, industrias y certificadoras circulen de forma segura. El avance de esta aplicación, sin embargo, aún enfrenta obstáculos para los pequeños y medianos ganaderos. Según un informe de Insper Agro Global, este público es poco contemplado por bancos privados de inversión, lo que limita el acceso a crédito y financiamiento para tecnologías digitales. Además, muchos productores carecen de asistencia técnica y de sistemas de información que apoyen su adecuación a las exigencias de rastreo. Para reducir estas barreras, la creación de políticas públicas específicas es fundamental, como líneas de crédito con tasas reducidas e incentivos fiscales para proyectos que promuevan la trazabilidad completa. Sin este tipo de apoyo, existe el riesgo de que los más pequeños queden al margen del proceso, ampliando desigualdades dentro de la cadena productiva.

Fuentes de referencia:


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