La carne roja magra puede contribuir a la protección del corazón en personas mayores

Estudios muestran que las versiones del alimento con poca grasa pueden contribuir a la salud cardiovascular y funcional de personas mayores cuando se combinan con buenos hábitos de vida.

Por Christiane Alves em 8 de septiembre, 2025

Atualizado: 22/09/2025 - 14:58

Imagen generada por Inteligencia Artificial

La búsqueda de salud, autonomía y bienestar se ha intensificado entre las personas mayores, que representarán el 37,8% de la población brasileña en 2070, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). Además, según el instituto, cerca de 9 millones de brasileños de 60 años o más practican alguna actividad física. Este nuevo perfil del envejecimiento desafía antiguos paradigmas, como la creencia de que la carne roja debe ser evitada por quienes buscan cuidar el corazón.

Una revisión bibliográfica realizada por Adeca Agronegocios, grupo de consultoría de la Escuela Superior de Agricultura “Luiz de Queiroz”, de la Universidad de São Paulo (Esalq/USP), mostró que la carne magra consumida con equilibrio no es la principal culpable del aumento del riesgo cardíaco en personas mayores. Por el contrario, estudios indican que, en la medida justa, ayuda en la protección cardiovascular. Es, además, una aliada importante contra la sarcopenia (pérdida progresiva de masa muscular y fuerza asociada al envejecimiento), la osteoporosis (enfermedad que causa el debilitamiento de los huesos) y la anemia.

El documento saca a la luz el estudio de Stuart M. Phillips, publicado por Meat Science, que evidencia que el problema reside en el consumo excesivo de carbohidratos simples, presentes en alimentos ultraprocesados, azúcares refinados y harinas blancas. Estos ingredientes elevan rápidamente la glucemia y estimulan la producción de insulina, lo que contribuye a inflamaciones crónicas y alteraciones metabólicas asociadas al desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

La carne roja magra ofrece nutrientes fundamentales para el corazón

Foto: Minerva Foods

Investigadores de Estados Unidos y Bélgica revisaron evidencias sobre el papel de la carne roja magra en diferentes fases de la vida en un artículo publicado en la revista Frontiers in Nutrition. Según los autores Melissa Kavanaugh, Diana Rodgers, Nancy Rodriguez y Frédéric Leroy, cuando se inserta en patrones alimentarios equilibrados —como la dieta mediterránea—, puede formar parte de una estrategia alimentaria que favorece parámetros relacionados con la salud cardiovascular.

El estudio también refuerza que, entre las personas mayores, la carne roja magra es una de las principales fuentes de nutrientes frecuentemente subconsumidos, como proteínas de alto valor biológico, hierro hemo, zinc y vitamina B12 —todos esenciales para el buen funcionamiento del corazón, además del cerebro y la musculatura.

Foto: Tint Media/ Shutterstock

Complementando este escenario, un estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition mostró que mujeres mayores de 60 años que siguieron una dieta rica en proteínas, incluyendo carne roja magra, y practicaron ejercicios de resistencia a lo largo de cuatro meses, presentaron una ganancia significativa de masa muscular y una reducción de los niveles de inflamación, sin aumento en los marcadores clásicos de riesgo cardíaco. Este tipo de respuesta inflamatoria, medida por la caída de la interleucina‑6 (IL‑6), está directamente asociada a la prevención de eventos cardiovasculares en personas mayores.

Los cortes magros tienen bajo contenido de grasa

La advertencia de los especialistas recae sobre el tipo de corte elegido y el modo de preparación. La recomendación es dar preferencia a opciones magras y evitar el uso excesivo de sal o fritura. Para las personas mayores que desean consumir carne roja sin comprometer la salud cardíaca, es esencial la elección de cortes con bajo contenido de grasa saturada, lo que ayuda a mantener niveles saludables de colesterol y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Estas alternativas ofrecen los mismos nutrientes esenciales de la carne roja —como hierro hemo, vitamina B12 y proteínas completas— pero con menor impacto sobre el colesterol LDL, conocido como “colesterol malo”.

Esta combinación representa una estrategia de ganancia de autonomía, longevidad y bienestar e indica prácticas basadas en evidencias. El mantenimiento de la salud en la tercera edad no depende de dietas restrictivas, sino de elecciones consistentes y equilibradas. Los estudios refuerzan que el foco debe estar en el equilibrio y en la combinación con buenos hábitos de vida.