Más de 345 millones de personas en 82 países enfrentan inseguridad alimentaria aguda — un número que se ha duplicado desde la pandemia de Covid-19, impulsado por conflictos armados, la inflación y desastres climáticos, según el Banco Mundial.
Con la población mundial prevista para llegar a 9,7 mil millones de personas en 2050 y eventos climáticos extremos que amenazan la producción agrícola, la situación tiende a agravarse. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), la producción global de alimentos necesitará crecer un 60% para atender la demanda proyectada, al mismo tiempo que los recursos naturales se vuelven más escasos.
Es en este escenario que el sector financiero se convierte en un elemento central. Como acelerador tecnológico y agente de gestión de riesgos, el sector puede ampliar el acceso al crédito agrícola, garantizar la estabilidad en la cadena de producción de alimentos e impulsar modelos productivos de bajo carbono y alta productividad. Para ello, el crédito rural debe ir más allá de los modelos tradicionales.
Por su importancia, el financiamiento climático, la transición energética y los sistemas alimentarios sostenibles están siendo abordados en la COP30, celebrada en Belém/PA, como destacó la agenda de acción oficial de la conferencia. Estos ejes reconocen el papel del financiamiento y la innovación tecnológica como elementos esenciales para apoyar una agricultura más resiliente e inclusiva.
Límites del financiamiento tradicional
Con el agravamiento de sequías, inundaciones y fluctuaciones de mercado, bancos y agfintechs (empresas que combinan tecnología y servicios financieros para el agronegocio) han comenzado a adoptar tecnologías como big data, geodatos, análisis predictivo e inteligencia artificial para avanzar en la gestión del crédito rural. Estas herramientas permiten tener mayor previsibilidad, una gestión de riesgo más eficiente y trazabilidad de la información proporcionada, contribuyendo a una gobernanza más robusta y segura del proceso de evaluación para la concesión del crédito. De este modo, según el Estadão Summit Agro, estas soluciones permiten reducir intereses, simplificar documentación, evaluar el riesgo climático en tiempo real, mejorar la precisión de las garantías e incluso anticipar pérdidas por condiciones climáticas extremas.
“Muchos bancos creen que financiar a pequeños agricultores es muy arriesgado. Pero con la ayuda de datos geográficos, los bancos pueden ver cómo están creciendo sus cultivos y cuál es el riesgo de inundaciones, por ejemplo. Con más información sobre los riesgos, los bancos pueden evaluar mejor la credibilidad de los agricultores, lo que hace interesante concederles financiación”, afirma Rabobank, banco holandés que emplea estrategias integradas para la concesión de crédito agrícola, en publicación en el World Economic Forum.

Fundado como cooperativa agrícola, el Rabobank se ha convertido en referencia mundial en financiamiento vinculado a la seguridad alimentaria. A través de la plataforma “Banking for Food” combina crédito con conocimiento técnico sectorial, redes comerciales e instrumentos de mitigación climática, como fondos combinados (blended finance) y préstamos vinculados a metas de sostenibilidad, teniendo como directrices las cuatro dimensiones de la seguridad alimentaria definidas por la FAO:
1. Aumentar la disponibilidad de alimentos;
2. Mejorar el acceso económico y físico;
3. Promover una nutrición equilibrada;
4. Garantizar la estabilidad en el suministro.
La digitalización es protagonista
Tanto en el ámbito público como en el privado, la innovación en el financiamiento incluye el acceso al crédito de forma digital, lo que ha beneficiado la actividad rural, según reportaje del portal Agrishow Digital.
Startups como Traive y Agtrace combinan finanzas y agricultura para expandir el crédito rural mediante modelos digitales y análisis de datos en tiempo real. Un reportaje publicado en Estadão Summit Agro muestra que estas empresas actúan en la reducción de burocracias, análisis de gestión de riesgos, formación de redes en la cadena productiva, optimización de cuestiones logísticas y comercialización de productos.
En el ámbito público, el Banco do Brasil y el BNDES se han mantenido como grandes motores del sector agropecuario, incluso con innovación en el financiamiento. El BB destinará R$ 230.000 millones para el financiamiento de la cosecha 2025/2026, 2% por encima de la cosecha anterior, según publicó la Forbes. El BNDES invertirá R$ 70.000 millones entre julio de 2025 y julio de 2026 – la suma es la mayor jamás puesta a disposición por el banco al sector, 5% por encima del Plan Safra anterior.
Los recursos se ofrecerán a través de iniciativas como el Programa Nacional de Apoyo al Productor Rural Mediano (Pronamp) y el Programa de Incentivo a la Modernización y a la Innovación Tecnológica en la Producción Agropecuaria (Inovagro).
El Plano Safra, iniciativa del gobierno federal para el financiamiento en el campo, registró, entre julio y septiembre de este año, 607.000 operaciones de crédito, un aumento del 24% respecto al mismo período de la campaña anterior, con el volumen contratado aumentando a R$ 24.100 millones.
Esta digitalización del crédito rural dialoga con las discusiones globales sobre financiamiento climático e innovación agrícola, que integran los ejes de debate de la COP30 y de organismos internacionales como la FAO y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), dentro de un contexto más amplio de finanzas sostenibles, inclusión productiva y resiliencia climática, considerados prioritarios para la transición agroalimentaria.
Blockchain y trazabilidad fortalecen la confianza en los mercados
Tecnologías como blockchain, además de facilitar la trazabilidad de la producción y reducir fraudes, han ayudado en la emisión y liquidación de títulos agrícolas, como las Cédulas de Producto Rural (CPR) electrónicas.

Al mismo tiempo, otras modalidades financieras crecen en el país:
- Títulos privados del agronegocio (CRA, LCA, CDCA): R$ 1,38 billón en existencias (IstoÉ Dinheiro)
- Crowdfunding agrícola: de R$ 8 millones en 2016 a R$ 100 millones en 2020 (Embrapa)
- Venture capital y private equity: R$ 23,6 mil millones invertidos en 2020 en el agro brasileño.
- Green bonds o títulos verdes: instrumentos de renta fija emitidos por empresas, gobiernos u organismos multilaterales para financiar proyectos con beneficios ambientales y climáticos. Desde 2015, ya han movido cerca de US$ 11,2 mil millones, según la Climate Bonds Initiative.
Estas innovaciones conforman un ecosistema financiero en expansión, que reduce la dependencia del crédito subvencionado y acelera la adopción de tecnología, sostenibilidad y trazabilidad en el campo — pilares centrales de la agenda de una transición justa e inclusiva.
A medida que los fenómenos climáticos presionan la producción, las instituciones financieras —públicas y privadas— se ven impulsadas a unir capital, tecnología y redes para sostener un sistema alimentario resiliente, integrado y justo. Como destacó el CEO de Rabobank, Wiebe Draijer, “si no cuidamos nuestro sistema global de abastecimiento alimentario, estaremos enfrentando una crisis tras otra. Todos tienen la responsabilidad de aumentar la concienciación y crear incentivos para impulsar un sistema alimentario más sostenible”.
Fuentes de referencia:
- ¿Cuáles son las innovaciones en el sector de finanzas del agronegocio?
- Cómo puede el agronegocio enfrentar la crisis alimentaria – explica un especialista
- Banking for Food – Nuestra empresa matriz, Rabobank, se compromete a formar parte de la solución para alimentar a una población creciente.
- Plano Safra 2025/2026 registra un crecimiento expresivo en los tres primeros meses
- Innovación, crédito y sostenibilidad: el futuro del agronegocio brasileño
- Ecosistema de innovación del agro brasileño
- Crédito: títulos del agronegocio crecen 22,5% en 12 meses hasta septiembre, a R$ 1,38 billón
- Banco do Brasil anuncia R$ 230 Bi para Plano Safra 2025/26
- BNDES alcanza la marca de R$ 53.000 millones en crédito aprobado en el Plano Safra 2025/2026
- Cómo puede el agronegocio enfrentar la crisis alimentaria – explica un especialista
- Bancos: la transición del sistema alimentario
- ONU – Población mundial en 2050



