Carne de origen certificada: garantía de seguridad, calidad y sostenibilidad, de la hacienda al consumidor

Entienda la importancia de la certificación en la ganadería moderna, cómo garantiza la seguridad del producto y eleva el estándar de sostenibilidad desde la hacienda hasta el consumidor.

Por Marcia Tojal el 21 de noviembre, 2025

Actualizado: 21/11/2025 - 15:26

Mujer sonriente eligiendo carne certificada en el supermercado, destacando la importancia de productos de calidad y con procedencia garantizada para una alimentación saludable.
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Brasil ocupa una posición de destaque en el mercado mundial de carne bovina, siendo el mayor exportador del mundo, el segundo mayor productor y el tercer mayor consumidor, según el Ministerio de Agricultura y Pecuaria (MAPA). En un mercado tan relevante, la búsqueda de diferenciación y la exigencia de los consumidores por alimentos de origen conocido y calidad comprobada impulsan la importancia de la carne de origen certificada.

¿Cuál es la importancia de la carne de origen certificada?

Homem feliz comprando carne certificada no supermercado, destacando a importância de produtos de origem confiável para a saúde e qualidade de vida.

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La certificación de la carne bovina consiste en un proceso por el cual un organismo certificador emite un sello para atestar que el producto cumple criterios predeterminados de calidad, seguridad alimentaria, bienestar animal y/o sostenibilidad, dependiendo del tipo de certificación.

Contar con una tercera parte independiente —es decir, una auditoría externa especializada en el análisis de criterios específicos y basada en metodologías validadas— legitima aún más el proceso de certificación como instrumento estratégico para garantizar el cumplimiento de los requisitos evaluados y como un reconocimiento público confiable. Tal como explica Food Chain ID en su sitio web —empresa que ofrece servicios de ensayos, verificación y certificación a lo largo de toda la cadena de suministro de la industria alimentaria—, el proceso de verificación puede incluir la toma de muestras y análisis de laboratorio para comprobar, por ejemplo, aspectos como residuos de medicamentos y la calidad nutricional de la carne, reforzando así la seguridad del alimento.

A través de los sellos de certificación, el consumidor obtiene la garantía del origen y de los atributos de la carne y de los procesos productivos. Para los productores, la certificación agrega valor al producto y abre puertas a mercados más exigentes, como el mercado internacional, además de ser una herramienta de gestión que impulsa el proceso de mejora continua, ya que, en general, las certificaciones deben actualizarse periódicamente. Algunas de ellas incluso generan informes que pueden orientar la gestión en la búsqueda de puntajes más altos o de clasificaciones más rigurosas.

De este modo, la certificación fortalece toda la cadena, ya que la reducción de experiencias negativas y el aumento de la satisfacción del consumidor, gracias a la calidad y seguridad comprobadas, impulsan el potencial de crecimiento del mercado, como se señala en una publicación de la Associação Brasileira dos Criadores de Dorper e White Dorper (ABCDorper).

Certificaciones de la carne bovina

Filé de carne bovina ao ponto, acompanhado de cogumelos, tomates cereja e temperos

Foto: Minerva Foods

Existen dos tipos de certificaciones: obligatorias y voluntarias. Las primeras son las certificaciones exigidas por ley, cuyo objetivo principal es garantizar la salud pública y la seguridad alimentaria.

Certificaciones obligatorias

En Brasil, el principal ejemplo es el Serviço de Inspeção Federal (SIF), además de los servicios de inspección estatales y municipales (SIE/SIM), que fiscalizan el sacrificio y la industrialización de productos de origen animal en todo el territorio nacional, asegurando que el producto llegue al consumidor en condiciones higiénico-sanitarias adecuadas.

Un estudio publicado en el Brazilian Journal Health Review refuerza el valor de la certificación sanitaria, que no solo garantiza transparencia, sino también la confianza de los consumidores, ya que comprueba que dicho alimento ha pasado por rigurosos procesos de seguridad y control de calidad, haciéndolo apto para el consumo humano.

Otro requisito legal fundamental para el movimiento y sacrificio de animales es la Guia de Trânsito Animal (GTA), que certifica la situación sanitaria del rebaño. Tanto el SIF/SIE/SIM como la GTA son fiscalizados por el Ministerio de Agricultura y Pecuaria (MAPA) y por los órganos estatales de defensa agropecuaria.

Certificaciones voluntarias

Por su parte, las certificaciones voluntarias son aquellas a las que el productor o el frigorífico decide adherirse, normalmente para atender nichos de mercado, agregar valor al producto, diferenciarse por la calidad, la sostenibilidad o el bienestar animal, o cumplir requisitos específicos de mercados importadores. Por ejemplo, sellos como Certified Humane atestiguan el bienestar animal, mientras que la certificación Angus atesta la raza.

También existen programas regionales de calidad o sostenibilidad, como Certifica Minas, el Programa de Certificación de Productos Agropecuarios y Agroindustriales del Estado de Minas Gerais, resultado de un enfoque tecnológico, logístico y operativo orientado a la modernización de los procesos de producción de la ganadería de carne en el estado.

Según una publicación del sitio Agrolink, el principal programa de adhesión voluntaria para la trazabilidad individual en Brasil —que puede ser exigido en programas sanitarios oficiales o para atender las demandas de exportación de bloques como la Unión Europea— es el Sistema Brasileiro de Identificação Individual de Bovinos e Bubalinos (SISBOV), el Sistema Brasileño de Identificación Individual de Bovinos y Búfalos.

Minerva Foods, que recibió por quinto año consecutivo el “Sello Oro” por su Inventario Corporativo de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEE) en el Programa Brasileño GHG Protocol, cuenta con una iniciativa llamada Programa Renove, que trabaja junto a ganaderos para implementar prácticas agropecuarias regenerativas y de baja emisión de carbono, preservando ecosistemas nativos. En estas haciendas, se miden todas las emisiones generadas durante el proceso productivo. A partir de la auditoría por parte de un tercero sobre los datos recolectados, también es posible obtener la certificación de carne de baja emisión o de carbono neutro.

Fuentes de referencia


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