La obesidad es una epidemia que representa un desafío para la salud pública, según un artículo científico publicado en la revista de ciencias médicas The Lancet. Y la tendencia es que la situación se agrave aún más. De acuerdo con el Atlas Mundial de la Obesidad (World Obesity Atlas 2025), se espera que el número total de adultos que viven con obesidad aumente más de un 115% entre 2010 y 2030, pasando de 524 millones a 1.130 millones. El panorama se muestra aún más preocupante porque la mayoría de los países del mundo no cuenta con planes y políticas suficientes para lidiar con los crecientes niveles de obesidad, como señala una de las principales conclusiones del documento elaborado por la Federación Mundial de la Obesidad.
Es en este contexto que las llamadas “plumas adelgazantes” vienen ganando cada vez más espacio. Se trata de medicamentos inyectables que imitan la acción de la hormona intestinal GLP-1 (y, en algunos casos, también de la GIP), aumentando la saciedad y mejorando el control glucémico. Inicialmente desarrollados para el tratamiento de la diabetes tipo 2, estos fármacos también se encuentran hoy entre las principales terapias aprobadas para el tratamiento de la obesidad.
Cómo funcionan las plumas adelgazantes
Los agonistas de GLP-1 son medicamentos que imitan la acción de la hormona natural del cuerpo llamada GLP-1, que actúa en el control del azúcar en sangre. Se unen a receptores en las células —como si encajaran en una “cerradura”— y activan estos receptores para producir efectos similares a los que causaría la propia hormona. Es el caso de la semaglutida.
Los agonistas duales funcionan de manera similar, pero actúan en dos receptores diferentes al mismo tiempo: además del GLP-1, también actúan en la GIP. Es el caso de la tirzepatida, que actúa en el cerebro y en el tracto gastrointestinal para reducir el apetito, aumentar la saciedad y desacelerar el vaciamiento gástrico.
Aunque eficaces para la pérdida de peso, el adelgazamiento rápido promovido por estos medicamentos no se limita a la pérdida de grasa corporal. Parte del peso perdido también puede provenir de la masa magra, que está compuesta por músculos, huesos y órganos.
Una revisión bibliográfica sobre el efecto de la semaglutida en la masa magra en pacientes con sobrepeso u obesidad, independientemente de si tienen o no diabetes tipo 2, publicada en 2024, analizó diferentes bases de datos en busca de ensayos clínicos aleatorizados (ECAs) o estudios observacionales. De seis estudios con más de 1.500 adultos, la pérdida de peso se debió mayoritariamente a la pérdida de masa grasa. Sin embargo, casos de reducciones notables de masa magra encienden la alerta, con hasta un 40% de la reducción total de peso, especialmente en ensayos con un mayor número de personas.
Un subestudio realizado a partir del primer gran ensayo clínico de fase 3 que evaluó la tirzepatida (el SURMOUNT-1) muestra que alrededor del 75% del peso perdido fue de grasa y el restante 25% fue de masa magra. El trabajo, realizado con 160 participantes seguidos durante 72 semanas con exámenes de DXA (rayos X de baja potencia para medir la densidad ósea y la composición corporal), mostró que el tratamiento con la pluma adelgazante de tirzepatida redujo en promedio un 33,9% la masa grasa y un 10,9% la masa magra en comparación con reducciones del 8,2% y 2,6%, respectivamente, en el grupo placebo. Es decir, aunque la mayor parte de la pérdida de peso ocurre por reducción de grasa, el estudio confirma que también hay una pérdida significativa de masa magra durante el uso del medicamento, incluso en una proporción similar a la observada en otras terapias de adelgazamiento.
Los resultados justifican la alerta de la Sociedad Brasileña de Endocrinología y Metabología (SBEM) sobre la pérdida muscular durante el uso de agonistas de GLP-1 como uno de los principales motivos por los cuales el tratamiento debe ser acompañado por un equipo multiprofesional. Perder demasiado músculo puede comprometer la fuerza, la movilidad y el metabolismo energético, dificultando el mantenimiento del peso a largo plazo y aumentando el riesgo de sarcopenia, que es la pérdida progresiva y generalizada de masa, fuerza y rendimiento del músculo esquelético, especialmente en personas mayores.
Cómo reducir la pérdida de masa magra durante el uso de las plumas adelgazantes
agrecedoras acende alerta para perda de massa magra
A obesidade é uma epidemia que representa um desafio para a saúde pública, segundo artigo científico publicado na revista sobre ciências médicas The Lancet. E a tendência é que a situação se agrave ainda mais. De acordo com o Atlas Mundial da Obesidade (World Obesity Atlas 2025), a expectativa é que o número total de adultos que vivem com obesidade aumente mais de 115% entre 2010 e 2030, passando de 524 milhões para 1,13 bilhão. O quadro mostra-se ainda mais preocupante porque a maioria dos países do mundo não possui planos e políticas suficientes para lidar com os crescentes níveis de obesidade, como aponta uma das principais conclusões do documento elaborado pela Federação Mundial da Obesidade.
É nesse contexto que as chamadas “canetas emagrecedoras” vêm ganhando cada vez mais espaço. Tratam-se de medicamentos injetáveis que imitam a ação do hormônio intestinal GLP-1 (e, em alguns casos, também do GIP), aumentando a saciedade e melhorando o controle glicêmico. Inicialmente desenvolvidos para o tratamento de diabetes tipo 2, esses fármacos também estão hoje entre as principais terapias aprovadas para o tratamento da obesidade.
Como as canetas emagrecedoras funcionam
Os agonistas de GLP-1 são medicamentos que imitam a ação do hormônio natural do corpo chamado GLP-1, que atua no controle do açúcar no sangue. Eles se ligam a receptores nas células — como se encaixassem em uma “fechadura” — e ativam esses receptores para produzir efeitos parecidos com os que o próprio hormônio causaria. É o caso da semaglutida.
Os agonistas duplos funcionam de forma parecida, mas agem em dois receptores diferentes ao mesmo tempo: além do GLP-1, também atuam no GIP. É o caso da tirzepatida, que age no cérebro e no trato gastrointestinal para reduzir o apetite, aumentar a saciedade e desacelerar o esvaziamento gástrico.
Embora eficazes para a perda de peso, o emagrecimento rápido promovido por esses medicamentos não se restringe à perda de gordura corporal. Parte do peso perdido também pode vir da massa magra, que é composta por músculos, ossos e órgãos.
Uma revisão bibliográfica sobre o efeito da semaglutida na massa magra em pacientes com sobrepeso ou obesidade, independentemente de terem ou não diabetes tipo 2, publicada em 2024, analisou diferentes bases de dados em busca de ensaios clínicos randomizados (ECRs) ou estudos observacionais. De seis estudos com mais de 1.500 adultos, a perda de peso se deu majoritariamente pela perda de massa gorda. No entanto, casos de reduções notáveis de massa magra acendem o alerta, com até 40% da redução total de peso, especialmente em ensaios com um número maior de pessoas.
Um subestudo feito a partir do primeiro grande ensaio clínico de fase 3 que avaliou a tirzepatida(oSURMOUNT-1) mostra que cerca de 75% do peso perdido foi de gordura e os demais 25% foi de massa magra. O trabalho, conduzido com 160 participantes acompanhados por 72 semanas com exames de DXA (raios-X de baixa potência para medir a densidade óssea e a composição corporal) mostrou que o tratamento com a caneta emagrecedora de tirzepatida reduziu em média 33,9% da massa gorda e 10,9% da massa magra em comparação com reduções de 8,2% e 2,6%, respectivamente, no grupo placebo. Ou seja, embora a maior parte da perda de peso ocorra por redução de gordura, o estudo confirma que há também perda significativa de massa magra durante o uso do medicamento, mesmo em proporção semelhante à observada em outras terapias de emagrecimento.
Os resultados justificam o alerta da Sociedade Brasileira de Endocrinologia e Metabologia (SBEM) quanto à perda muscular durante o uso de agonistas de GLP-1 como um dos principais motivos pelos quais o tratamento deve ser acompanhado por equipe multiprofissional. Perder músculo demais pode comprometer a força, mobilidade e metabolismo energético, dificultando a manutenção do peso a longo prazo e aumentando o risco de sarcopenia, que é a perda progressiva e generalizada de massa, força e desempenho do músculo esquelético, especialmente em idosos.
Como reduzir a perda de massa magra durante o uso das canetas emagrecedoras

1) Proteína suficiente y distribuida a lo largo del día para preservar la masa magra
La ingesta proteica adecuada ayuda a preservar el músculo durante el adelgazamiento, ya que la distribución de la proteína en todas las comidas favorece la síntesis proteica muscular. Según un estudio de la American Medical Directors Association, para adultos mayores de 65 años, los consensos internacionales recomiendan alrededor de 1 a 1,2 g de proteína por kilogramo de peso corporal por día (g/kg/día) como base, pudiendo llegar a ser mayor o igual a ese valor. Cuando hay práctica de ejercicios y/o enfermedad, la necesidad tiende a aumentar.
En un artículo publicado en el portal MyMinerva Foods, el coordinador de medicina del Centro Universitario São Camilo de São Paulo, Raphael Einsfeld, y el nutricionista especializado en fisiología del ejercicio aplicada a la clínica Marcus Quaresma explican que, dependiendo de condiciones clínicas específicas, el margen de ingesta proteica para adultos y personas mayores sedentarias puede flexibilizarse entre 0,6 y 1,0 g/kg/día. “Sin embargo, en individuos físicamente activos, particularmente aquellos que practican ejercicios de fuerza, estas necesidades se incrementan. Para adultos físicamente activos, se recomienda una ingesta entre 1,6 y 2,2 g/kg/día, mientras que para personas mayores los valores recomendados oscilan entre 1,2 y 1,6 g/kg/día”.
En directrices de la European Society for Clinical Nutrition and Metabolism (ESPEN) para la geriatría, la recomendación es que a todas las personas mayores, especialmente aquellas en riesgo nutricional, se les asegure un consumo mínimo de 1,0 g/kg/día, con ajustes individuales según el estado clínico.
2) Entrenamiento de resistencia (musculación)
Ensayos aleatorizados, publicados en el New England Journal of Medicine, muestran que combinar dieta con ejercicios de fuerza, idealmente junto con aeróbicos, reduce la grasa preservando la masa magra y mejora la capacidad funcional, incluso en personas mayores con obesidad.
Cabe destacar que, además de los beneficios en el cuerpo, que generan calidad de vida a través de la promoción de más energía y bienestar, ejercitarse impacta positivamente en la salud mental, pudiendo reducir el estrés, la ansiedad y la depresión. Según una publicación de la Organización Panamericana de la Salud, una de cada cuatro personas adultas, alrededor de 1.400 millones de personas en el mundo, no realiza los 150 minutos semanales de actividad física de intensidad moderada recomendados por la OMS.
3) Pérdida de peso gradual y seguimiento durante el uso de las plumas
Ajustar dosis y metas, durante el uso de las plumas adelgazantes, con el equipo de salud, chequear síntomas y, cuando sea posible, monitorear la composición corporal ayudan al profesional de salud a orientar al paciente sobre decisiones relativas a la cantidad de proteína, entrenamiento y progresión del tratamiento. El monitoreo puede realizarse mediante el examen de DXA o de bioimpedancia —que utiliza electrodos en las manos y pies del paciente para medir la resistencia eléctrica de diferentes tejidos del cuerpo, estimando el porcentaje de grasa, masa magra (músculos), agua corporal total y masa ósea.
La obesidad es hoy una epidemia global tan grave como la desnutrición lo fue —o aún lo es en muchas partes del mundo, según un artículo publicado en la revista de ciencias The Lancet. Ambas revelan caras distintas de un mismo desafío: la mala nutrición, ya sea por falta o por exceso. En este escenario, las plumas adelgazantes representan un avance científico importante, sobre todo ante la dificultad de control del peso y el aumento de las comorbilidades asociadas. Pero la discusión va más allá de la farmacología. En una era de prisa y presión estética, en la que los cuerpos delgados y estéticamente “perfectos” son valorados en las redes sociales, el riesgo es transformar un tratamiento médico en una promesa de resultado instantáneo —la deseada fórmula mágica.
Por ello, el debate sobre la tirzepatida, la semaglutida y otras terapias similares debe hacerse con responsabilidad. Los estudios demuestran eficacia y seguridad cuando las plumas adelgazantes se usan bajo orientación profesional, pero también señalan pérdidas significativas de masa magra y potenciales riesgos cuando su uso es indiscriminado. Al fin y al cabo, no hay atajos seguros: el camino más sostenible para la salud sigue siendo el acompañamiento médico, una alimentación equilibrada, el cuidado del cuerpo y la mente —y la conciencia de que el peso es una de las muchas medidas del bienestar.
Fuentes de referencia:
1. Aerobic or Resistance Exercise, or Both, in Dieting Obese Older Adults
2. A systematic review of the effect of semaglutide on lean mass: insights from clinical trials
3. Body composition changes during weight reduction with tirzepatide in the SURMOUNT-1 study of adults with obesity or overweight
4. Obesity epidemic
5. Proteína para que te quero: a relação entre ingestão proteica, força e massa muscular
6. Evidence-based recommendations for optimal dietary protein intake in older people: a position paper from the PROT-AGE Study Group
7. The majority of countries in the world do not have sufficient plans and policies in place to deal with rising obesity levels, researchers at the World Obesity Federation have warned
8. Worldwide trends in underweight and obesity from 1990 to 2022: a pooled analysis of 3663 population-representative studies with 222 million children, adolescents, and adults



