De granero del mundo a proveedor de soluciones: el desafío de Brasil en la COP30

El país tiene la oportunidad de mostrar en la conferencia climática que la ciencia, la tecnología y las prácticas de bajo carbono ya hacen del agro parte de la solución climática.

Por Carla Zacconi y Paula Caires el 20 de octubre, 2025

Actualizado: 20/10/2025 - 10:54

Foto: haidar/ Adobe Stock/ Generada con IA

“Consolidar el papel de Brasil como granero del mundo”. La frase, pronunciada por el presidente Lula durante la ceremonia de lanzamiento del Plan Safra 2025/2026, hace alusión al término popularizado en la era Getúlio Vargas para destacar el potencial agropecuario brasileño. Actualmente, refleja la posición del país como exportador global, líder en el suministro de diversas materias primas, desde alimentos hasta biocombustibles. Pero está adquiriendo nuevos matices. El desafío va más allá de la cantidad: implica la entrega de productos en equilibrio con factores sociales y ambientales.

La realización de la COP30, en noviembre de 2025 en Belém/PA —la primera conferencia climática organizada en Brasil y que reunirá a más de 190 países bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas (ONU) sobre el Cambio Climático— representa un escaparate estratégico para esta faceta del agro brasileño.

Más que una oportunidad de exposición y posicionamiento, el evento puede ser también un catalizador del desarrollo sostenible, capaz de atraer inversiones, ampliar el apoyo internacional y proyectar al país como proveedor de soluciones climáticas y agroambientales. Es lo que destaca el documento preliminar divulgado por la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), que enfatiza la importancia de que Brasil se presente al mundo basándose en ciencia y tecnologías innovadoras.

Entre los grandes impulsores de la exportación brasileña se encuentran los alimentos. En un artículo publicado en Forbes, la ingeniera de alimentos Helen Jacintho comparte esta visión. Para ella, Brasil tiene las condiciones para consolidarse como proveedor de soluciones agroambientales y uno de los mayores garantes de la seguridad alimentaria en el planeta. “Todos los ojos del mundo estarán puestos en Brasil. Será una oportunidad única para mostrar a los líderes y formadores de opinión mundiales lo que nuestro país ha logrado en sostenibilidad. Podemos posicionarnos como un proveedor de soluciones”, afirmó la especialista, que trabaja en proyectos de selección genética en Brahmânia Continental y es jueza de morfología por la Asociación Brasileña de Criadores de Cebú (ABCZ) —entidad responsable del registro genealógico de las razas cebuinas en el país. Advierte, sin embargo, que para transformar la COP30 en un hito positivo, será necesario un protagonismo en las negociaciones. Esto implica defender un marco regulatorio internacional basado en evidencias científicas y en métricas reconocidas para la fijación de carbono en el suelo.

Avances comprobados

Los datos muestran que Brasil reúne condiciones naturales, tecnológicas y productivas para liderar una agropecuaria sostenible en el siglo XXI, como se detalla a continuación.

Líder mundial en el Efecto Ahorra-Tierra

Un ejemplo es el llamado Efecto Ahorra-Bosques o Efecto Ahorra-Tierra. Según un estudio del Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea) basado en proyecciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Brasil lideraba el ranking mundial de este indicador, que mide cuánto territorio se ahorra gracias a las ganancias de eficiencia. El estudio, de 2020, mostraba que el país tenía un índice del 43,2% del territorio nacional ahorrado, muy por delante de grandes economías como Estados Unidos (8,9%) y China (1,6%). Esto significa que la agricultura brasileña logra producir más, sin ampliar el área de cultivo, reduciendo la presión sobre los bosques.

El relevamiento del Insper Agro Global refuerza este escenario: si el nivel tecnológico de 1997 se hubiera mantenido hasta 2022, se habrían necesitado 19 millones de hectáreas adicionales para alcanzar el mismo volumen de producción agrícola —un área equivalente al doble de la de Portugal. Solo en ganadería, el ahorro fue de 205,5 millones de hectáreas de pastos en el período. Incluida en el estudio, la Embrapa proyectó que la producción de carne bovina podrá incluso duplicarse en las próximas décadas sin necesidad de abrir nuevas áreas.

o mundo a provedor de soluções: o desafio do Brasil na COP30

“Consolidar o papel do Brasil como celeiro do mundo”. A frase, pronunciada pelo presidente Lula durante a cerimônia de lançamento do Plano Safra 2025/2026, faz alusão ao termo popularizado na era Getúlio Vargas para destacar o potencial agropecuário brasileiro. Atualmente, reflete a posição do País como exportador global, líder no fornecimento de diversas commodities, de alimentos a biocombustíveis. Mas ela tem ganhado novos contornos. O desafio vai além da quantidade: envolve a entrega de produtos  em equilíbrio com fatores sociais e ambientais.

A realização da COP30, em novembro de 2025 em Belém/PA — a primeira conferência do clima organizada no Brasil e que reunirá mais de 190 países sob a Convenção-Quadro da Organização das Nações Unidas (ONU) sobre Mudanças Climáticas — representa uma vitrine estratégica para essa face do agro brasileiro.

Mais que uma oportunidade de exposição e posicionamento, o evento pode também  ser um catalisador do desenvolvimento sustentável, capaz de atrair investimentos, ampliar apoio internacional e projetar o País como fornecedor de soluções climáticas e agroambientais. É o que destaca o documento preliminar divulgado pela Empresa Brasileira de Pesquisa Agropecuária (Embrapa), que enfatiza a importância de o Brasil se apresentar ao mundo com base em ciência e tecnologias inovadoras. 

Entre os grandes propulsores da exportação brasileira, estão os alimentos. Em artigo publicado na Forbes, a engenheira de alimentos Helen Jacintho compactua dessa visão. Para ela, o Brasil tem condições de se firmar como provedor de soluções agroambientais e um dos maiores garantidores da segurança alimentar no planeta. “Todos os olhos do mundo estarão voltados ao Brasil. Será uma oportunidade ímpar de mostrar aos líderes e formadores de opinião mundiais o que nosso País tem realizado em sustentabilidade. Podemos nos colocar como um provedor de soluções”, afirmou a especialista, que atua em projetos de seleção genética na Brahmânia Continental e é juíza de morfologia pela Associação Brasileira dos Criadores de Zebu (ABCZ) – entidade responsável pelo registro genealógico das raças zebuínas no País. Ela alerta, porém, que para transformar a COP30 em um marco positivo, será necessário protagonismo nas negociações. Isso implica defender um marco regulatório internacional baseado em evidências científicas e em métricas reconhecidas para a fixação de carbono no solo.

Avanços comprovados

Os dados mostram que o Brasil reúne condições naturais, tecnológicas e produtivas para liderar uma agropecuária sustentável no século XXI, como elencado a seguir.

Líder mundial no Efeito Poupa-Terra

Um exemplo é o chamado Efeito Poupa-Florestas ou Efeito Poupa-Terra. Segundo estudo do Instituto de Pesquisa Econômica Aplicada (Ipea) com base em projeções da Organização das Nações Unidas para a Alimentação e a Agricultura (FAO), o Brasil liderava o ranking mundial desse indicador, que mede quanto território é poupado graças a ganhos de eficiência. O estudo, de 2020, mostrava que o País tinha um índice de 43,2% do território nacional poupados, muito à frente de grandes economias como Estados Unidos (8,9%) e da China (1,6%). Isso significa que a agricultura brasileira consegue produzir mais, sem ampliar a área de cultivo, reduzindo a  pressão sobre florestas.

O levantamento do Insper Agro Global reforça esse cenário: se o nível tecnológico de 1997 tivesse se mantido até 2022, seriam necessários 19 milhões de hectares adicionais para alcançar o mesmo volume de produção agrícola — área equivalente ao dobro da de Portugal. Só na pecuária, a economia foi de 205,5 milhões de hectares de pastagens no período. Incluída no estudo, a Embrapa projetou que a produção de carne bovina poderá até dobrar nas próximas décadas sem necessidade de abertura de novas áreas.

Rebanho de gados Nelore pastando em um campo verde sob árvores, com luz solar ao fundo, destacando a criação de gado Nelore para pecuária.
Foto: Minerva Foods

Estos resultados se derivan de prácticas sostenibles ya adoptadas en el campo, como múltiples cosechas al año, Integración Agricultura-Ganadería-Bosque (ILPF), Sistema de Siembra Directa —método que implica la siembra continua en las fincas—; la Fijación Biológica de Nitrógeno (FBN) —tecnología que reduce el uso de fertilizantes sintéticos a partir de la simbiosis entre bacterias y plantas—; y la agricultura de precisión —que utiliza GPS, sensores, drones y software para monitorear y gestionar la producción con mayor detalle y asertividad, basándose en datos.

Como resaltó el productor rural y zootecnista João Paulo Franco da Silveira, “las áreas de pastoreo disminuyeron y el rebaño aumentó. Esto significa que somos más eficientes. El problema no está resuelto, pero la evolución es evidente, con ganancias en peso de carcasa y eficiencia alimentaria en los últimos 20 años”. Maestro doctor en nutrición animal, conservación y manejo de plantas forrajeras por la Universidad Estatal Paulista (UNESP) y posdoctorado por la Universidad de Uberlândia, explica que “la eficiencia alimentaria de estos animales, con las cuestiones de los aditivos y la nutrición, ha cambiado mucho… la tecnología está ahí y se está utilizando, pero necesitamos avanzar más”, dijo, quien también es coordinador de producción animal de la Confederación Nacional de la Agricultura (CAN). En su presentación en el evento “Gobernanza y Sostenibilidad en la cadena de la carne bovina”, realizado por el Centro Brasileño de Relaciones Internacionales (Cebri), también destacó la importancia de las acciones conjuntas. “Ninguno de estos temas avanzará de manera significativa mientras cada uno mire solo su eslabón”.

Granos y carne carbono cero

Otro destaque está en el avance del concepto de “carne carbono cero” y “granos carbono cero”. “Las fincas que aplican ILPF secuestran más carbono del que emiten… podemos decir que en estas áreas tenemos carne de carbono cero y grano carbono cero”, afirmó el presidente de la Red ILPF, Francisco Maturro, en un artículo publicado en Agrishow Digital. Es el caso, por ejemplo, de los productos de Minerva Foods certificados por Food Chain ID —empresa de certificación, auditoría y trazabilidad reconocida internacionalmente como una de las principales certificadoras para productos que desean acceder a mercados exigentes como la Unión Europea y Estados Unidos. La empresa tiene líneas de productos con el sello carbono neutro (CO2 Neutral) y de baja emisión (low emission), contando con un programa enfocado en la relación con el productor, centrado en la promoción de una agropecuaria sostenible, rentable y de baja emisión de carbono: el Renove.

El papel de las políticas públicas

Las políticas públicas también tuvieron un papel central en esta transformación. Lanzado en 2010, el Plan ABC (Agricultura de Baja Emisión de Carbono) contribuyó a evitar la emisión de alrededor de 170 millones de toneladas de CO₂ equivalente entre 2010 y 2020, estimulando prácticas sostenibles, como la recuperación de pastizales, la fijación biológica de nitrógeno y la integración agricultura-ganadería-bosque.

A partir de 2020, evolucionó al Plan ABC+, ampliando metas y alcance hasta 2030. La nueva versión refuerza el enfoque en la intensificación sostenible, la adaptación al cambio climático y la ampliación de la escala de las tecnologías de bajo carbono. Entre los cambios, se incluyen el aumento de la meta de recuperación de pastizales degradados (de 15 a 30 millones de hectáreas) y la incorporación de prácticas ligadas a la bioeconomía, la restauración forestal y el uso de métricas más robustas para monitorear emisiones y remociones de carbono.

Como explicó el coordinador del Centro de Estudios del Agronegocio de la Fundación Getúlio Vargas (FGV), Guilherme Bastos, en su participación en el evento realizado por el Cebri, el ABC+ también se integra al RenovAgro [Programa para la Reducción de la Emisión de Gases de Efecto Invernadero en la Agricultura] dentro del Plan Safra, ampliando líneas de crédito para la recuperación de pastizales y la recomposición de bosques nativos. “Es una oportunidad para mostrar al mundo que Brasil puede atender la creciente demanda de alimentos sin deforestar”, afirmó.

Lanzado en diciembre de 2023, el Programa Nacional de Conversión de Pastizales Degradados (PNCPD) es parte de la estrategia del gobierno federal para ampliar las metas ya existentes en el Plan ABC+ y dar mayor escala a la recuperación de pastizales degradados —una prioridad tanto para aumentar la productividad como para reducir las presiones sobre nuevas deforestaciones. Actuando con un brazo operativo, su enfoque es recuperar y convertir 40 millones de hectáreas de pastizales improductivos en 10 años. El programa comenzó a implementarse en 2024, con la definición de reglas operativas y la articulación con agentes financieros y estados.

Tecnología y trazabilidad

o mundo a provedor de soluções: o desafio do Brasil na COP30

“Consolidar o papel do Brasil como celeiro do mundo”. A frase, pronunciada pelo presidente Lula durante a cerimônia de lançamento do Plano Safra 2025/2026, faz alusão ao termo popularizado na era Getúlio Vargas para destacar o potencial agropecuário brasileiro. Atualmente, reflete a posição do País como exportador global, líder no fornecimento de diversas commodities, de alimentos a biocombustíveis. Mas ela tem ganhado novos contornos. O desafio vai além da quantidade: envolve a entrega de produtos  em equilíbrio com fatores sociais e ambientais.

A realização da COP30, em novembro de 2025 em Belém/PA — a primeira conferência do clima organizada no Brasil e que reunirá mais de 190 países sob a Convenção-Quadro da Organização das Nações Unidas (ONU) sobre Mudanças Climáticas — representa uma vitrine estratégica para essa face do agro brasileiro.

Mais que uma oportunidade de exposição e posicionamento, o evento pode também  ser um catalisador do desenvolvimento sustentável, capaz de atrair investimentos, ampliar apoio internacional e projetar o País como fornecedor de soluções climáticas e agroambientais. É o que destaca o documento preliminar divulgado pela Empresa Brasileira de Pesquisa Agropecuária (Embrapa), que enfatiza a importância de o Brasil se apresentar ao mundo com base em ciência e tecnologias inovadoras. 

Entre os grandes propulsores da exportação brasileira, estão os alimentos. Em artigo publicado na Forbes, a engenheira de alimentos Helen Jacintho compactua dessa visão. Para ela, o Brasil tem condições de se firmar como provedor de soluções agroambientais e um dos maiores garantidores da segurança alimentar no planeta. “Todos os olhos do mundo estarão voltados ao Brasil. Será uma oportunidade ímpar de mostrar aos líderes e formadores de opinião mundiais o que nosso País tem realizado em sustentabilidade. Podemos nos colocar como um provedor de soluções”, afirmou a especialista, que atua em projetos de seleção genética na Brahmânia Continental e é juíza de morfologia pela Associação Brasileira dos Criadores de Zebu (ABCZ) – entidade responsável pelo registro genealógico das raças zebuínas no País. Ela alerta, porém, que para transformar a COP30 em um marco positivo, será necessário protagonismo nas negociações. Isso implica defender um marco regulatório internacional baseado em evidências científicas e em métricas reconhecidas para a fixação de carbono no solo.

Avanços comprovados

Os dados mostram que o Brasil reúne condições naturais, tecnológicas e produtivas para liderar uma agropecuária sustentável no século XXI, como elencado a seguir.

Líder mundial no Efeito Poupa-Terra

Um exemplo é o chamado Efeito Poupa-Florestas ou Efeito Poupa-Terra. Segundo estudo do Instituto de Pesquisa Econômica Aplicada (Ipea) com base em projeções da Organização das Nações Unidas para a Alimentação e a Agricultura (FAO), o Brasil liderava o ranking mundial desse indicador, que mede quanto território é poupado graças a ganhos de eficiência. O estudo, de 2020, mostrava que o País tinha um índice de 43,2% do território nacional poupados, muito à frente de grandes economias como Estados Unidos (8,9%) e da China (1,6%). Isso significa que a agricultura brasileira consegue produzir mais, sem ampliar a área de cultivo, reduzindo a  pressão sobre florestas.

O levantamento do Insper Agro Global reforça esse cenário: se o nível tecnológico de 1997 tivesse se mantido até 2022, seriam necessários 19 milhões de hectares adicionais para alcançar o mesmo volume de produção agrícola — área equivalente ao dobro da de Portugal. Só na pecuária, a economia foi de 205,5 milhões de hectares de pastagens no período. Incluída no estudo, a Embrapa projetou que a produção de carne bovina poderá até dobrar nas próximas décadas sem necessidade de abertura de novas áreas.

Rebanho de gados Nelore pastando em um campo verde sob árvores, com luz solar ao fundo, destacando a criação de gado Nelore para pecuária.
Foto: Minerva Foods

Esses resultados decorrem de práticas sustentáveis já adotadas no campo, como múltiplas safras por ano, Integração Lavoura-Pecuária-Floresta (ILPF), Sistema de Plantio Direto – método que envolve o plantio contínuo nas fazendas; a Fixação Biológica de Nitrogênio (FBN) – tecnologia que reduz o uso de fertilizantes sintéticos a partir da simbiose entre bactérias e plantas; e a agricultura de precisão – que utiliza GPS, sensores, drones e softwares para monitorar e gerenciar a produção com mais detalhamento e assertividade a partir do embasamento em dados.

Como ressaltou o produtor rural e zootecnistaJoão Paulo Franco da Silveira, “as áreas de pastagem diminuíram e o rebanho aumentou. Isso significa que estamos mais eficientes. O problema não está resolvido, mas a evolução é evidente, com ganhos em peso de carcaça e eficiência alimentar nos últimos 20 anos”. Mestre doutor em nutrição animal, conservação e manejo de plantas forrageiras pela Universidade Estadual Paulista (UNESP) e pós-doutor pela Universidade de Uberlândia, ele explica que “a eficiência alimentar desses animais, com as questões dos aditivos e de nutrição, mudou muito… a tecnologia está aí e está sendo utilizada, mas precisamos avançar mais”, disse ele, que também é coordenador de produção animal da Confederação Nacional da Agricultura (CAN). Em sua apresentação no evento “Governança e Sustentabilidade na cadeia da carne bovina”, realizado pelo Centro Brasileiro de Relações Internacionais (Cebri), ele ainda destacou a importância das ações conjuntas. “Nenhum desses assuntos vai avançar de maneira significativa, enquanto cada um estiver olhando só o seu elo”.

Grãos e carne carbono zero

Outro destaque está no avanço do conceito de “carne carbono zero” e “grãos carbono zero”. “As fazendas que aplicam ILPF sequestram mais carbono do que emitem… podemos falar que nessas áreas temos carne de carbono zero e grão carbono zero”, afirmou o presidente da Rede ILPF, Francisco Maturro, em matéria publicada no Agrishow Digital. É o caso, por exemplo, dos produtos da Minerva Foods certificados pela Food Chain ID – empresa de certificação, auditoria e rastreabilidade reconhecida internacionalmente como uma das principais certificadoras para produtos que querem acessar mercados exigentes como União Europeia e Estados Unidos. A empresa tem linhas de produtos com o selo carbono neutro (CO2 Neutral) e de baixa emissão (low emission), tendo um programa voltado para o relacionamento com o produtor focado na promoção de uma agropecuária sustentável, rentável e de baixa emissão de carbono – o Renove.

O papel das políticas públicas

As políticas públicas também tiveram papel central nessa transformação. Lançado em 2010, o Plano ABC (Agricultura de Baixa Emissão de Carbono) contribuiu para evitar a emissão de cerca de 170 milhões de toneladas de CO₂ equivalente entre 2010 e 2020, estimulando práticas sustentáveis, como recuperação de pastagens, fixação biológica de nitrogênio e integração lavoura-pecuária-floresta.

A partir de 2020, evoluiu para o Plano ABC+, ampliando metas e escopo até 2030. A nova versão reforça o foco em intensificação sustentável, adaptação às mudanças climáticas e ampliação da escala das tecnologias de baixo carbono. Entre as mudanças, estão o aumento da meta de recuperação de pastagens degradadas (de 15 para 30 milhões de hectares) e a incorporação de práticas ligadas à bioeconomia, à restauração florestal e ao uso de métricas mais robustas para monitorar emissões e remoções de carbono.

Como explicou o coordenador do Centro de Estudos do Agronegócio da Fundação Getúlio Vargas (FGV), Guilherme Bastos, em participação no evento realizado pelo Cebri, o ABC+ também se integra ao RenovAgro [Programa para Redução da Emissão de Gases de Efeito Estufa na Agricultura] dentro do Plano Safra, ampliando linhas de crédito para recuperação de pastagens e recomposição de matas nativas. “É uma oportunidade de mostrar ao mundo que o Brasil pode atender à demanda crescente por alimentos sem desmatar”, afirmou.

Lançado em dezembro de 2023, o Programa Nacional de Conversão de Pastagens Degradadas (PNCPD) é parte da estratégia do governo federal para ampliar as metas já existentes no Plano ABC+ e dar mais escala à recuperação de pastagens degradadas — uma prioridade tanto para aumentar a produtividade, quanto para reduzir pressões sobre novos desmatamentos. Atuando com um braço operacional, seu foco é recuperar e converter 40 milhões de hectares de pastagens improdutivas em 10 anos. O programa começou a ser implementado em 2024, com a definição de regras operacionais e articulação com agentes financeiros e estados.

Tecnologia e rastreabilidade

Gado Nelore com identificação por rastreabilidade em campo aberto sob céu claro, destacando tecnologia para rastreamento de animais.
Foto: Minerva Foods

Innovación y tecnología son otros frentes que se destacan en la trayectoria de evolución del sector. Como observó el vicepresidente de la Asociación Brasileña del Agronegocio (ABAG), Ingo Plöger, en un artículo de Agrishow Digital, ya hay startups brasileñas utilizando Inteligencia Artificial para reducir el uso de insumos, como herbicidas, en los cultivos.

En ganadería, la trazabilidad avanzará con el Plan Nacional de Identificación Individual (PNIB), lanzado en 2024 por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (Mapa). Después de unos 20 años en debate, el sistema de monitoreo tendrá adhesión obligatoria a partir de 2027, con expectativa de pleno funcionamiento hasta 2032.

Según la Asociación Brasileña de las Industrias Exportadoras de Carnes (Abiec), aunque el programa representa nuevos costos para los productores, se trata de un avance estratégico: permitirá seguir a cada animal desde el nacimiento hasta el sacrificio, atendiendo las demandas globales de seguridad y transparencia.

Según la directora global de sostenibilidad de Minerva Foods, Marta Giannichi, la trazabilidad se ha convertido en un tema muy presente para atender las exigencias del mercado y dar transparencia a la cadena, a ejemplo de la regulación de la Unión Europea – EUDR. “Si hablo con un actor grande sobre un proyecto de carbono —reducción de emisiones, aditivo para reducir la fermentación entérica, programa de compromiso para recuperar y rotar pastos, línea de financiación diferenciada para el ganadero—, responde: ‘¿cómo consideran la trazabilidad desde el nacimiento?’. Entonces estamos desarrollando esfuerzos unificados que abordan ambas temáticas: reducción de emisiones y trazabilidad en nuestros programas, como el Renove”.

El zootecnista João Paulo complementa citando los dos sistemas de trazabilidad ya existentes en el país: “Conseguimos hacer trazabilidad individual, que es el SISBOV; hoy no va ningún toro a Europa si no está debidamente identificado, individualmente. Y tenemos la trazabilidad por lote. Tanto existe, que exportamos a China”, destacó, enfatizando que el cambio consiste en la potencialización de estos sistemas en términos de alcance y rigor.

De granero del mundo a proveedor de soluciones sostenibles

La posición consolidada de Brasil como el mayor exportador de carne bovina del mundo es un indicador de su destacado posicionamiento en el escenario internacional. Según datos del Ministerio de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios (MDIC) compilados por Abiec, en 2024 se exportaron 2,89 millones de toneladas, lo que representa un aumento del 26% en relación con el volumen exportado el año anterior.

Sin embargo, como destacó el coordinador de Insper Agro Global, Marcos Jank, en el evento del Cebri, el país enfrenta una paradoja: “somos líderes en tecnología tropical y eficiencia productiva, pero seguimos siendo vistos desde la perspectiva de la deforestación y las emisiones”. La heterogeneidad de la cadena —desde grandes productores altamente eficientes hasta pequeños con baja capacidad de inversión— impone desafíos de gobernanza y comunicación.

Es en este escenario, agravado por las presiones regulatorias, como la legislación europea de deforestación (EUDR), que registrar avances, comunicar resultados y mostrar evidencias en la COP30 se vuelven aún más urgentes para el agronegocio. Se trata del escenario global para presentar evidencias concretas, dar transparencia a las prácticas y reforzar el compromiso del país con las metas globales. La COP30 puede ser el escenario decisivo para este cambio de narrativa, reposicionando a Brasil no solo como granero del mundo, sino como proveedor global de soluciones sostenibles para el futuro de la alimentación y del clima.

Fuentes de referencia:


Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.